Seguramente hayas escuchado esta palabra alguna vez, pero… ¿Sabes lo que significa?
Es frecuente pensar que la agorafobia consiste en el miedo a salir de casa. Esto se debe a los casos que hemos visto en películas, series, reportajes de televisión, etc. Sin embargo, es un problema mucho más complejo que, desde el inicio de la pandemia de la Covid-19, ha incrementado su frecuencia.
Según los manuales diagnósticos, es un trastorno de ansiedad. Estos se caracterizan por la aparición de dos emociones, forma intensa, frecuente y, en ocasiones, incapacitante:
El miedo, definido como una respuesta ante una amenaza inminente, real o ficticia.
La ansiedad, definida como una respuesta ante la anticipación de una amenaza futura.
Debemos tener en cuenta que no siempre que experimentamos estas respuestas estamos sufriendo un trastorno de ansiedad. Todo depende de cuánto nos afecten, por qué aparecen, cuánto duran, etc.
Las emociones nos transmiten información acerca de lo que vivimos; aunque algunas sean desagradables, nos ayudan a sobrevivir.
En el caso de la agorafobia, estas dos emociones surgen por la exposición, real o anticipatoria, a un gran listado de situaciones, como:
Uso de transporte público: metro, tren, autobús…
Estar en espacios abiertos: parques, plazas, puentes, aparcamientos…
Estar en sitios cerrados: ascensores, túneles, tiendas, cines…
Estar rodeados de gente: hacer cola, ir a un concierto…
Estar fuera de casa solo/a
Puede parecer extraño que la exposición a estas situaciones tan diferentes provoque la misma respuesta emocional. Esto se debe a que, en todas, existe un elemento común: los pensamientos que aparecen.
Si tienes agorafobia, seguramente, cuando te expones a estas situaciones, piensas que no vas a poder escapar, recibir ayuda cuando la necesites o que, si te ocurre algo desagradable, vas a vivir una experiencia embarazosa.
La agorafobia, además, está muy relacionada con la aparición de ataques de pánico. Es común pensar que se va a sufrir uno en algún momento y tender a evitar las situaciones que lo puedan despertar.
Probablemente, este problema de ansiedad te cause un gran malestar y a las personas de tu alrededor, provocando un deterioro importante en varias áreas importantes de tu vida: relaciones sociales, trabajo, familia…
En los casos más severos, las personas que sufren de agorafobia se pueden ver confinados en casa.
La agorafobia, como se menciona en la introducción, se ha visto incrementado debido a la Covid-19.
Debido a la necesidad de protegernos y seguir las medidas de seguridad frente a la pandemia vírica, hemos restringido nuestro contacto con la gente, evitando las multitudes, hemos tendido a quedarnos más en casa, a utilizar más los medios online de comunicación, etc.
Por otro lado, nos hemos visto expuestos a más situaciones estresantes de las habituales, como el miedo a ser contagiado o contagiar, a perder el trabajo, hacer cuarentena, el número de fallecidos, la pérdida de algún ser querido, el uso de mascarilla y gel hidroalcohólico, etc.
Estos factores, entre otros, han provocado que los problemas de salud mental, se incrementen, debido al estado de vulnerabilidad psicológica en la que nos encontramos.
¿Qué puedo hacer para encontrarme mejor?
Lo primero es entender el proceso de pensamientos, emociones y comportamientos que tienen lugar y que mantienen el problema.
Te animo a que cojas un papel y un bolígrafo y registres, cada día o cada dos días, los siguientes datos:
Descripción de una situación que te ha causado ansiedad o miedo.
Pensamientos que has tenido debido a la situación.
Emociones que has tenido debido a los pensamientos.
Cómo te has comportado debido a tus emociones.
Este ejercicio te ayudará a entender cómo funcionas y dónde debes tener más cuidado o poner atención, a la hora de regularte.
Una vez que hayas hecho este pequeño estudio varias veces, intenta apuntar las situaciones que te provoquen malestar, de menor a mayor.
Por ejemplo, si tu mayor miedo es subir a un edificio muy alto, podrías escribir:
Subir a la primera planta
Subir a la segunda planta
Subir a la tercera planta
…
Subir a la azotea
A continuación, intenta exponerte a estas situaciones, muy poco a poco. Puedes comenzar con un acompañante al principio y, a medida que te vayas encontrando más fuerte y con más confianza, hacerlo de forma independiente.
Sabemos, sin embargo, que este problema puede ser difícil de afrontar solo/a y es poco frecuente que desaparezca de forma espontánea, por lo que, conociendo lo desgastante y perjudicial que puede resultar, es importante buscar ayuda profesional, con el objetivo de progresar y vivir de forma saludable.
¿Cuáles son las terapias más efectivas?
El tipo de terapia más efectivo para la agorafobia es la terapia psicológica, especialmente la cognitivo conductual, a través de técnicas como la exposición con prevención de respuesta.
La terapia psicológica online puede ser una gran herramienta en el tratamiento de este problema, gracias a su carácter accesible y flexible.
La terapia farmacológica también resulta eficaz, a corto plazo, para disminuir los síntomas más desagradables, como las crisis de ansiedad. Sin embargo, es habitual que haya recaídas cuando los fármacos se retiran, debido a que no se han construido herramientas psicológicas que las prevengan.
Los más habituales son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como la fluoxetina o la sertralina; y los ansiolíticos, como las benzodiacepinas o los betabloqueantes.
Si te has sentido identificado/a con este artículo y quieres dar el paso de iniciar proceso terapéutico, puedes contactar con el equipo de TCO Psicología y Coaching: Tu bienestar es nuestro compromiso.
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