
Es importante saber que la profesión de coaching NO es una disciplina reglada; para evitar intrusismos en la profesión existe un organismo llamado International Coach Federation (ICF) que regula esta profesión velando por ofrecer los estándares de calidad más altos, y propone un código ético por las que se rigen todos los coaches adscritos a ICF a nivel mundial.
Es por ello que nos basamos en ICF para poder ofrecer una definición clara de lo que es coaching:
“Se fundamenta en una asociación con clientes en un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo que les inspira a maximizar su potencial personal y profesional."
La frase “acompañamiento reflexivo y creativo” es la más destacable ya que es la base de cualquier proceso de coaching, debido a que no se trata de dirigir ni mentorizar ni liderar a tu cliente, sino de ser un espectador de su vida, de su ser completo y así poder actuar como un espejo donde poder reflejarse de forma más consciente, para poder producir un insight profundo que le mueva al cambio y en definitiva le mueva a la acción.
¿ Qué le diferencia de la psicoterapia, mentoring o consultoría?
Frecuentemente, existen muchas dudas sobre las diferencia del coaching con otras disciplinas como la psicoterapia, el mentoring o la consultoría.
La mayor diferencia entre coaching y psicoterapia es que normalmente en terapia psicológica se trata a pacientes con trastornos psicológicos, por lo que nunca se debe sustituir por una sesión de coaching ya que no persigue el mismo objetivo. De hecho, se recomienda no haber estado en un tratamiento psicológico en los últimos 2 años, para comenzar un proceso de coaching, ya que sino podría interferir en el avance del paciente. Además, en un proceso de coaching se hace mayor hincapié en un trabajo de presente a futuro, en lo que quiere conseguir el cliente, y no tanto en ahondar en el pasado del paciente para dar una explicación de la conducta presente.
Por otro lado, también puede confundirse con el mentoring, donde una persona especialista en un campo actúa como referencia y por así decirlo como ”hermano mayor” donde instruye a la persona en nuevos conocimientos o competencias necesarias para la consecución de un cierto objetivo. Existe una transferencia de conocimientos de parte de un experto en una materia.
También, cabe destacar la diferencia entre coaching y consultoría, la consultoría trata de resolver un problema, normalmente en un contexto empresarial, de nuevo colocándose en un nivel de expertise superior al del cliente.
Por tanto, el coach no se posiciona en un peldaño superior con respecto al cliente, en ningún caso, sino que busca observar la realidad del cliente a través de sus ojos, sus gafas. Solo desde ahí se podrá acompañar al cliente con el máximo respeto y libertad, situándonos a su lado y dejándonos llevar por él/ella ya que son los únicos que conocen en profundidad cada detalle de su vida.
¿Qué beneficios aporta el coaching?
El beneficio principal se centra ante todo en el autodescubrimiento de fortalezas, capacidades y recursos con los que contamos actualmente, y que en muchas ocasiones no parecen estar al alcance de nuestra mirada, debido al ritmo frenético de vida al que estamos sometidos diariamente.
Ayuda también a conocerse en mayor profundidad y a aceptarse, aumentando su autoconfianza y empoderamiento para alcanzar así todo lo que se proponga.
Otro de los beneficios principales del coaching es que el cliente pueda encontrar claridad y organización en sus ideas y pensamientos, que le ayude a tomar decisiones más acertadas y efectivas.
Al ofrecer nuevas visiones acerca de un problema recurrente, donde el cliente pueda sentirse estancado, a través del coaching el cliente puede encontrar nuevos caminos y posibilidades que nunca antes había contemplado.
Por último, las sesiones de coaching ayudan al cliente a enfocar y priorizar sus objetivos de vida.
¿A quién va dirigido?
Las sesiones de coaching están dirigidos a todas las personas que tienen un objetivo, y que quieran un cambio real en su vida, además deberá ir unido a un firme compromiso por parte del cliente, para poner en marcha todas las acciones necesarias.
¿Cuántas sesiones es lo recomendable?
Generalmente, se recomienda realizar entre 6 a 10 sesiones de 1 hora, con un intervalo de 15 días aproximadamente entre cada sesión.
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