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¿Por qué es tan difícil encontrar pareja hoy en día? El problema no eres tú, es el sistema





Te cuento un caso real que así es más fácil de ver. Laura tiene 32 años. Ha intentado encontrar pareja de muchas maneras: Tinder, salidas con amigos, incluso esas presentaciones incómodas organizadas por su madre ("Hija, este chico es muy trabajador, deberías darle una oportunidad").


Pero después de tantas decepciones, ha llegado a preguntarse:

"¿Soy yo el problema? ¿Estoy pidiendo demasiado? ¿Es que ya nadie quiere comprometerse?"


Cada nueva experiencia parece confirmarle que el amor ya no es lo que era. Las citas parecen entrevistas de trabajo, las conversaciones se desvanecen sin explicación y, cada vez más, siente que nadie está realmente dispuesto a invertir en una relación de verdad.


Lo que Laura siente no es un caso aislado. Es el resultado de un sistema que ha cambiado la forma en que nos relacionamos, haciéndolo más confuso, superficial y frustrante que nunca.


Si te has sentido así, no estás solo/a. Vamos a desglosar por qué encontrar pareja hoy en día parece misión imposible y cómo navegar este caos sin que termine destruyendo tu autoestima.

¿Por qué es tan difícil encontrar pareja hoy en día? El problema no eres tú, es el sistema

1. La paradoja de la elección: demasiadas opciones, menos conexión


Cuando los padres de Laura eran jóvenes, las opciones para encontrar pareja eran más limitadas. Conocían a alguien en su entorno, salían y, si la relación tenía sentido, se quedaban ahí y la trabajaban. Hoy en día, sin embargo, el panorama es completamente distinto.


Ahora, con las aplicaciones de citas y las redes sociales, las opciones son infinitas. Cada día puedes hacer match con nuevas personas, hablar con varias a la vez y, en cualquier momento, deslizar para encontrar a alguien "mejor".


Pero hay un problema: cuantas más opciones tienes, más difícil es elegir y más miedo tienes de equivocarte.


Laura comienza a salir con Daniel. Es inteligente, atento y parece genuinamente interesado en ella. Pero en su mente empieza a surgir una duda molesta:

"Me gusta, pero ¿y si hay alguien mejor? ¿Y si estoy conformándome demasiado pronto?"


La idea de que siempre puede haber una opción superior impide que realmente se involucre en la relación. No porque Daniel no sea bueno, sino porque el sistema la ha condicionado a pensar que siempre debe haber algo más perfecto esperando al otro lado de la pantalla.


Cómo evitarlo:

  • Deja de obsesionarte con la perfección. No existe "la persona ideal". Siempre habrá diferencias y desafíos en cualquier relación.

  • Cambia el enfoque. En lugar de buscar "el mejor partido", concéntrate en quién realmente te hace sentir bien y con quién puedes construir algo real y sano

  • Aprende a comprometerte. No significa conformarte, sino entender que las relaciones profundas requieren inversión emocional y paciencia.


Si sigues esperando que aparezca la persona ideal sin invertir en la conexión con alguien real, te quedarás atrapado/a en un ciclo sin fin.



2. El amor líquido: relaciones frágiles y desechables


Laura empieza a salir con Marcos. Todo fluye, la química es innegable y las primeras semanas son un torbellino de emociones bonitas. Pero un día, sin previo aviso, Marcos desaparece.


Sin pelea, sin explicaciones. Simplemente dejó de contestar. Como si nunca hubiera existido.


Vivimos en una época donde, si algo no te gusta, lo reemplazas. Si algo requiere esfuerzo, lo abandonas. Si algo incomoda, desapareces.


El sociólogo Zygmunt Bauman llamó a esto "amor líquido": relaciones efímeras, donde el compromiso se ha vuelto opcional y las personas se desechan como si fueran productos de consumo.


Esto ocurre porque la cultura actual nos ha enseñado que todo debe ser fácil, inmediato y placentero. Si una relación empieza a requerir esfuerzo o compromiso, la opción más sencilla es simplemente sustituir a la persona en lugar de afrontar el reto de construir algo juntos.


Cómo evitarlo:

  • Establece expectativas claras desde el inicio. Pregunta y observa si la otra persona realmente busca una relación estable o solo entretenimiento.

  • No normalices la falta de compromiso. Si alguien desaparece sin explicación, no lo justifiques. Eso es una señal clara de que nunca estuvo realmente interesado/a en ti.

  • Invierte solo en quienes realmente estén dispuestos a construir algo contigo.


Si alguien no está dispuesto a invertir en la conexión, no pierdas tu tiempo persiguiéndolo.


relaciones frágiles y desechables

3. Miedo al compromiso: la fobia a elegir


Laura conoce a Javier. Es atento, cariñoso y parece que realmente le gusta. Todo va bien hasta que surge la inevitable pregunta: "¿qué somos?"


Javier sonríe incómodo y responde: "No me gusta poner etiquetas… prefiero que todo fluya".


Muchas personas no es que no quieran amor, es que tienen terror a elegir mal.


Este miedo al compromiso no siempre es consciente. A veces, la persona quiere una relación, pero en cuanto siente que está en territorio serio, se bloquea. En su mente aparece el miedo a perder la libertad, a equivocarse, a sufrir… y la forma más sencilla de evitarlo es no elegir nada en absoluto.


Cómo evitarlo:

  • Si alguien evita hablar del futuro después de meses de relación, esa es tu respuesta.

  • Observa si la persona muestra acciones concretas o solo palabras bonitas.

  • Si tienes que convencer a alguien de estar contigo, esa persona no es para ti.


El miedo al compromiso es real, pero no es tu trabajo solucionarlo en otra persona.



4. La validación digital: el amor convertido en dopamina barata


Laura hace match con Sebastián. Conversaciones intensas, mensajes diarios, cumplidos… pero cada vez que intenta quedar en persona, él evade el tema.

📌 Muchas personas no buscan amor, solo validación.


El problema es que muchas personas no buscan conexión real, sino simplemente sentirse deseadas.


Cómo evitarlo:

  • Si alguien no da el paso de verte en persona, no pierdas tu tiempo.

  • No confundas atención con interés real.

  • Si alguien siempre está disponible para chatear, pero nunca para quedar, su motivación no es conocerte, sino entretenerse.


No te enganches a personas que solo buscan subir su autoestima a costa de tu tiempo y energía.


 

Conclusión: No eres tú, es el sistema (pero puedes jugar mejor el juego)


Laura ha pasado por todas estas experiencias y ha llegado a una conclusión: encontrar pareja hoy en día es complicado, pero no imposible.


Si sientes que todo esto te ha afectado, es normal. Estamos en una era donde el miedo, la validación externa y la sobreabundancia de opciones han hecho que las relaciones sean más difíciles.


Pero no significa que el amor real haya desaparecido.


Si sientes que todo esto está afectando tu confianza, tu forma de ver el amor o tu autoestima, podemos ayudarte.


Agenda una sesión con nuestro equipo y aprende a navegar el mundo de las relaciones sin que el miedo y la frustración te consuman.  AQUÍ 


💙 El amor real aún existe. Solo hay que aprender a encontrarlo sin perderse en el camino. 💙

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