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Estrés. La enfermedad del siglo XXI. ¿Qué es y cómo combatirla?


Si hay alguna enfermedad característica de este siglo sin duda es el estrés. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) esta dolencia afecta entre el 10-12% de la población, es decir, de cada 10 personas que conozcas seguro que 1 o 2 la sufren o la han sufrido alguna vez, probablemente tu ¿verdad?. Por lo tanto queremos explicarte qué es, cómo se produce y qué puedes hacer para prevenirla o combatirla.



Si lo prefieres también puedes escuchar este artículo en Ivoox.


¿Qué es el estrés y cómo se produce?


Podemos definir #estrés como un estado de alteración qué se produce en nuestro cuerpo causado por hechos que generan agobio o angustia por lo tanto es una reacción de alarma producida por un estímulo externo.


No tienes que ver el estrés como algo malo puesto que fue creado para defendernos y mantenernos a salvo

Cuando estamos ante una amenaza externa nuestro cuerpo reacciona y se prepara para responder rápidamente: Se incrementa la activación del funcionamiento del Sistema Nervioso Autónomo que es el que controla todas las funciones vitales. Esta activación nos prepara para poder enfrentarnos a la amenaza o huir rápidamente.


Esta respuesta es algo innato que hemos heredado de nuestros antepasados donde las amenazas podrían representar un peligro para la supervivencia. Hoy en día rara vez los peligros son de vida o muerte pero el cuerpo reacciona como reaccionaban nuestros antepasados. Y que bien nos viene ante una situación de peligro real ¿verdad?


Fases del la respuesta de estrés

De todos los profesionales que han estudiado este mecanismo sin duda Hans Seyle (fisiólogo y médico) es el referente.


Hans Selye estudio, a mediados de 1900, los tipos de alarma en nuestro cuerpo en función de los agentes estresantes para encontrar respuestas biológicas al estrés. A todo este conjunto de respuestas las llamó Síndrome de Estrés o Síndrome General de Adaptación (SGA)


En sus investigaciones con ratones estableció tres fases del estrés.

Fase 1 alarma: cuándo aparecía un agente estresante (como una descarga eléctrica) el cuerpo del ratón movilizaba sus defensas produciendo #adrenalina y #noradrenalina. Estas dos hormonas se de mantenerlo alerta para elegir la mejor respuesta posible: lucha o huida, una vez realizadas su cuerpo volvía a la normalidad. Pero ¿qué pasaba si esto se mantenía en el tiempo? pasaría a las fases 2 y 3. Fase 1 sería la #ansiedad.

Fase 2 resistencia. Cuando en a siguiente fase del experimento se continuaba aplicando descargas aunque el animal intentaba huir o luchar aparecía el #estrés propiamente dicho, ya que la situación persistía en el tiempo. A partir de aquí, el cuerpo aumentaba la producción de #cortisol (que se llama la hormona del estrés) que funciona como un antiinflamatorio (para hacer más soportable la situación) pero que tiene la contraindicación: deprime el Sistema Inmunitario.

Fase 3 agotamiento. La Glándula Suprarrenal (qué es la que genera el cortisol) se agota. El animal del experimento muere.


Entiende un poco más cómo funciona tu Cerebro


Cuando lees sobre el origen del estrés en cualquier libro o página web que sea medianamente científica, aparecen palabras que puede que no entiendas cómo: eje hipófisis glándula suprarrenal, sistema límbico... Esto es comprensible porque la mayor parte de la población no ha estudiado sobre las partes del cerebro (en el colegio se enseña muy por encima).


Para que sea más fácil de entender imagina que podemos dividir el cerebro en dos partes en función de lo antiguo o nuevo que sea. Entendemos como antiguo el que se creó desde el principio de los tiempos o sea desde la aparición del primer homínido (y el primero que tuviste tú, con el que naciste ya desarrollado, sería el "cerebro con las app de fábrica") y el cerebro nuevo que se ha ido desarrollando con la evolución y tu desde el momento en que naciste.


El cerebro primitivo (sistema reptiliano y sistema limbico) incluye las partes más antiguas del cerebro las que se crearon primero como la hipófisis, la glándula suprarrenal, la amígdala, el cerebelo, el hipocampo etcétera. Estas partes como son más arcaicas y están diseñadas para no evaluar la información ya que si tus antepasados se hubiesen parado a evaluar cada situación hubiesen muerto a manos de un depredador. Por lo tanto son estructuras cerebrales que se activan y responden al instante sin evaluar en profundidad la situaciones.


Hoy en día esto es bueno o no dependiendo de cómo lo mires: son los encargados de que te actives y te pongas nervioso ante una discusión con tus hijos o ante un examen y ahí no nos benefician, pero son los que hacen que pegues un volantazo evitando que te salgas de una carretera con el coche, los que hacen que te cubras la cara con las manos en décimas de segundo y parar un balonazo, que salgas corriendo ante un peligro...


El sistema limbico es muy bueno para mantenernos a salvo en situaciones que nos pueden matar o herir eso sí, como no evalúa la situación puede generar la misma respuesta de estrés ante un león que ante tu jefe porque no discrimina.

El Estrés en Humanos ¿Estrés bueno y estrés malo?


Como todo en psicología el estrés es bueno o malo dependiendo del contexto. De ahí que podamos diferenciar entre lo que ya habrás leído anteriormente si estás investigando sobre este tema: eustrés y distrés. Qué es la forma técnica de llamar al estrés bueno y estrés malo.

Eustrés (estrés bueno) podría ser cuando te activas ante un examen y eso hace que estés más concentrado/a y atento/a, que todos tus recursos psicológicos se dediquen a enfrentarte a esa situación y a superarla con éxito. La activación del sistema limbico te hace más atento/a, más rápido/a, más fuerte durante un tiempo determinado. Consigue que hagamos cosas extraordinarias como por ejemplo que una madre sea capaz de levantar un coche para liberar a su hijo que se había quedado atrapado después de que los dos sufrieran un accidente de tráfico. Consigue que un hombre salte más de 2 m para agarrarse a un balcón y evitar ser embestido por un toro que venía de frente en unas fiestas populares... Estos son dos casos reales pero hay multitud de historias asombrosas de capacidades extraordinarias generadas en momentos de estrés y que somos incapaces de hacer en momentos de relajación.

El distrés sería el estrés malo. Es cuando tras la finalización del examen sigues activado/a, es cuando tras el accidente de tráfico tienes pesadillas recurrentes qué hacen qué generes reacciones de alarma cada noche, es cuando generas una fobia y cada vez que ves un coche se activa la respuesta del estrés... Resumiendo cuándo aparece la activación en momentos en los que no se necesita.


En cuanto al tipo de estrés que aparece en un momento dado (eustrés y distrés) hablamos de dos fases:

FASE 1: Eustrés


La primera es la de preparación (tensión - o eurestrés, estrés bueno) que nos ayuda a hacer frente a la situación que se nos ha presentado. 


Cuando estás ante un agente estresante ya sea interno o externo tu sistema nervioso se activa y pones en marcha la fase 1: lo primero que hace tu cerebro es decodificar las sensaciones que sientes y a interpretarlas para ver si son un peligro o no. Esto lo haces en décimas de segundo. Sí valoras la situación como estresante tu cerebro da las instrucciones a tu cuerpo para prepararse para la acción: Aumentan tus cantidades de adrenalina y noradrenalina en sangre, aumenta tu frecuencia cardíaca, se tensan tus músculosaumenta tu respiración, se vierte energía (lípidos) a tu sangre y mejora tu coagulación.



Esto tiene una explicación genética y es que en la época de nuestros antepasados los que tenía mayor probabilidad de sobrevivir eran aquellos que se activaban antes mientras que hoy en día aquellas personas que tienen una ventaja respecto a las demás son aquellas en las que el eje hipófisis glándula suprarrenal (las partes del cerebro que evalúan la situación como peligrosa o no y dan las ordenes) funciona más lento lo que provoca que se tome la vida con más calma. En épocas anteriores estas personas hubiera muerto mientras que hoy en día son los que mejor se adaptan a las situaciones estresantes. Si estás leyendo esto probablemente no seas de este grupo de "calmados" por lo que te sugiero que sigas leyendo.


Hoy en día por suerte no nos tenemos que enfrentar a la muerte constantemente cada día pero sí que estamos inmersos en una sociedad en la que aparecen multitud de agentes externos que aunque no atenten contra nuestra vida son suficientes para activar la respuesta del estrés.


Cualquier estímulo puede ser estresante, ya sea el tráfico, una discusión con tu jefe o con un compañero de trabajo, un problema con tu pareja, haber dormido mal, estar cansado etcétera. y activar este eje. De ahí que la ansiedad este entre las 5 principales causas de visitas al médico de cabecera y de bajas laborales.

La reacción de tu cuerpo es desproporcionada la mayoría de las veces en relación a la respuesta que necesitas ante los estímulos que se te presentan.


En condiciones normales esta reacción desaparece rápidamente y el cuerpo vuelve a un estado de equilibrio u homeostasis de una forma automática.


Puede suceder que con el paso del tiempo y si estás sometido a constantes “amenazas” o sucesos estresantes tu cuerpo deje de reaccionar de una manera adaptativa y no vuelva al equilibrio con facilidad dejándote en un estado de tensión constante.


En este estado de "activación" puede darse dos supuestos: El primero es que reacciones de una forma desmesurada ante estímulos mínimos que no son para nada una amenaza, es la base, por ejemplo de las fobias específicas. El segundo supuesto es que estés activado durante mucho tiempo (debido a estar sometido a una situación estresante continuamente) que es por ejemplo el cuadro de estrés laboral.


FASE 2: Distrés


La segunda fase es el estrés (diestrés, o estrés malo) en el que aparecen los problemas: Síntomas de la Fase de Agotamiento


El sistema inmune se ve afectado y puedes comenzar a sufrir las llamadas enfermedades psicosomáticas por el agotamiento de nuestros órganos. También tu sistema hormonal se activa, liberando adrenalina, noradrenalina… en cantidades descompensadas por lo que influirá negativamente en el sistema inmune, capacidades intelectuales, el cerebro se ve debilitado, los órganos no realizan correctamente sus funciones…


La buena noticia es que este tipo de estrés (consecuencia de activarse ante agentes estresantes que no atentan contra tu vida) es psicológico (tu cerebro es el que evalúa la situación como un padre sobreprotector) por lo tanto puedes modificar la respuesta. A través de técnicas de reestructuración cognitiva ,es decir, cambiando las partes del cerebro que funcionan desadaptativamente puedes hacer que la respuesta de estrés se minimice y no interfiera negativamente en tu vida.


Esto suena muy complicado pero en realidad es muy fácil reprogramar el cerebro solo tienes que encontrar las respuestas más adecuadas ante diferentes situaciones y crear un hábito para poder responder siempre así. La teoría es fácil lo complicado es llegar a generar el hábito porque a tu cerebro no le gustan los cambios y necesitarás tiempo para que una nueva conducta o forma de comportarse en una determinada situación se de con más probabilidad que la conducta que estabas realizando hasta ahora porque es la que saldrá instintivamente.


A tu cerebro no le gustan los cambios por eso necesitas tiempo y paciencia para generar un nuevo hábito.

Con las técnicas de relajación obtendrás visión de tu propio cuerpo, y aprenderás a estar atento/a a los cambios que se producen: cambios orgánicos, tensionales, musculares que tienes y que sueles pasar por alto. Es una estrategia estable que te hace ser consciente de los grupos de músculos que tienes hiperactivados y te permite aflojarlos, mejora la capacidad de recuperación tras los esfuerzos, te ayuda a retomar el control sobre tus sensaciones…


Las ventajas que ofrecen esas técnicas las lograrás mediante la práctica continuada. Para que una actividad se convierta en una práctica continuada tiene que ser algo agradable para ti y que no te conlleve mucho esfuerzo, que sea una experiencia grata… de esa forma esa experiencia de calma que conseguirás durante los ejercicios de relajación se extenderá a toda tu vida y estarás también menos cansado/a.


Como cada persona es un mundo y la misma técnica no tiene por que ser efectiva para todos, debes encontrar la que mejor se adapte a ti y a tu forma de vida. 


En este artículo hemos intentado explicarte qué es el Estrés, cómo es y cómo se produce. Sabemos que hay partes bastante técnicas pero esperamos que os hayan quedado claras.


Lo más importante que queremos que tengas en cuenta tras haber leído esto es:

- La respuesta del estrés son un conjunto de acciones que pone en marcha nuestro cerebro para generar en el menor tiempo posible una respuesta de evitación o de ataque ante un estímulo estresante.

- El estrés es bueno o malo dependiendo de la situación a la que nos enfrentemos.

- Para aprender a dominar el estrés tienes que dar a tu cerebro alternativas de respuesta diferentes a la del estrés.

- La creación de nuevos hábitos supone tiempo y esfuerzo pero podemos reprogramar nuestro cerebro para actuar de forma diferente, sin estrés.

- Para aprender a manejar el estrés debes aprender técnicas de reestructuración, respiración, meditación y/o relajación.

Ya estamos preparando toda la información sobre técnicas de relajación para ponerla a vuestra disposición por lo tanto ¡suscríbete! para no perderte nada.

La relajación puede ser considerada como una manera de vivir, una filosofía o como un grupo de técnicas que nos ayudan a estar mejor cada día. Podemos utilizarlas de manera esporádica pero lo ideal es aprender una serie de ejercicios que podamos aplicar cada día.


Con la relajación podemos aprender a controlar nuestro nivel de activación. 

Hay mucha variedad de técnicas por lo que siempre vamos a poder encontrar una o varias que se adapten mejor a nosotros. Hay que tener en cuenta que se debe tomar como un ejercicio más, es decir que con la práctica y el tiempo se va a ir consiguiendo mejorar el nivel, la efectividad y la profundidad de la relajación; por lo tanto requiere constancia.


En siguientes artículos hablaremos de las diferentes técnicas de relajación, meditación, respiración y reestructuración. Suscríbete para no perderte nada. De momento, para ir abriendo boca, puedes ir al artículo que dedicamos a la relajación con Mandalas.



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