Un divorcio es una situación muy complicada y muy triste que conlleva la fractura de la unidad familiar. La situación se agrava cuando la pareja además tiene hijos ya que ellos sufren está perdida igualmente convirtiéndose en un daño colateral. ¿Qué podemos hacer en esta situación?
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Un divorcio es una situación muy complicada y muy triste que conlleva una ruptura en tu unidad familiar. Como todo proceso de perdida conlleva un duelo aunque hayas sido la persona que haya tomado la decisión tienes que aprender a afrontar la separación. Puedes leer sobre el proceso de duelo en los artículos: Duelo y sus fases y Manifestaciones del duelo ¿es normal lo que siento?
La situación se agrava si además tienes hijos ya que ellos sufren está perdida igualmente convirtiéndose en un daño colateral. Vamos a dejar a un lado los problemas que pueden surgir como el Síndrome de Alienación Parental o el proceso de chantaje qué pueden adoptar tus hijos hacia ti o el otro padre porque creo que son dos temas con la suficiente profundidad como para tratarlos en un artículo aparte más adelante.
Lo principal que tienes que tener en cuenta es que en un divorcio con hijos tienes que hacer un esfuerzo extra para entenderte y llevarte todo lo bien posible con tu ex pareja ya que vuestro hijo/s os necesita a los dos y si la situación es complicada para vosotros imaginaos para él/ella/ellos/ellas que encima no tienen nada que ver en la decisión pero lo van a sufrir igual. Es muy importante que intentéis llegar a un acuerdo de custodia compartida, ya que las peleas por la custodia de los hijos solo genera más estrés en los niños.
En este artículo voy a exponer los problemas más comunes que pueden aparecer en un divorcio dependiendo de la edad de los niños. Ya que el niño afrontará de una manera diferente la separación de sus padres en función del grado de madurez que tenga.
Tienes que hacer un esfuerzo extra para entenderte y llevarte todo lo bien posible con tu ex pareja ya que vuestro hijo/s os necesita a los dos
Niños hasta los 5 años
Los niños de esta edad aún no tienen la madurez suficiente como para entender la situación. Si tu hijo está en esa edad ten en cuenta que no se está dando cuenta de lo que pasa a su alrededor, no entiende por qué uno de sus padres ya no está en la casa familiar y por qué ya no ve a sus padres juntos. Es muy probable que parezca que a tu hijo no le importe lo que está pasando y que actúe como si no pasara nada. Tranquilo/a, es normal. Al principio tu hijo se comportará como si nada hubiera pasado, aparentemente está feliz y despreocupado. En los niños de esta edad no suelen aparecer los primeros síntomas hasta 3 o 4 meses después del divorcio o incluso un año. Debes estar muy atento/a ya que los síntomas aparecerán en forma de regresiones a etapas anteriores es decir que pueden comenzar a parecer conductas que ya estaban superadas como por ejemplo hacerse pis en la cama, comenzar a hablar con un lenguaje más infantil, gatear, no saber comer solos etcétera. Es muy importante que hables con él/ella de una forma abierta sobre la situación y con un lenguaje adaptado a su nivel de entendimiento. Lo ideal sería que en estas conversaciones estuvieseis presentes los dos padres y mantuvieseis el diálogo abierto para que cada vez que el niño quiera preguntaros algo se sienta con la suficiente confianza como para hacerlo.
Se le debe contestar con sinceridad y nunca prometerle cosas que no se van a cumplir.
Niños de 5 a 8 años
Los niños de esta edad ya tienen un nivel de entendimiento suficiente como para darse cuenta de la situación. Como en el anterior etapa tienes que hablar con él/ella de una forma abierta pero en este caso puedes tratar los temas más en profundidad y contar los detalles de la situación que vayan a involucrarle más directamente como por ejemplo con quién va a vivir, cómo y cuándo va a ver al progenitor con el que no vive, cómo va a ser su vida a partir de ahora. Es muy importante que conozca la casa del padre que vaya a vivir fuera del domicilio familiar cuanto antes e involucrarle en la nueva dinámica: que elijan su cuarto, que lo decore él a su gusto…
Aparecen los Conflictos de Lealtades: se lo pasan muy bien con mamá y se sienten mal porque no está papá, o no lo dicen por si hacen daño.
No quieren hacerte daño ni a ti ni a su otro padre y se sienten culpables cuando se lo pasan bien con tu ex pareja porque piensan que tu puedes ponerte triste. Tenéis que mantener una conversación con ellos en la que le dejéis claro que no pasa nada por pasárselo bien con el otro y qué es mejor que disfrute y que tú estás bien. Cuanto antes tengáis esa conversación mejor porque si no pueden aparecer sentimientos de culpa.
Niños de 9 a 12 años
En esta edad ya son lo suficientemente maduros para no ver la situación como un problema suyo sino de su padre y de su madre.
En esta etapa es muy común que tomen partido por alguno de sus padres y suelen culpabilizar a uno (normalmente el que se ha ido) de la situación.
Es muy importante como siempre la comunicación y sobre todo que el progenitor por el que tome partido le haga ver que no tiene que culpabilizar al otro.
Es vital para minimizar esto que en la medida de lo posible pase el mismo tiempo tanto contigo como con tu ex pareja. En esta etapa probablemente empezaran a intentar manipularos y chantajearos para llevaros a entrar en una situación de competición para conseguir las cosas que quieren. De ahí la importancia de que te lleves bien con tu ex pareja, para cortar estas conductas de raíz. En esta etapa es cuando se está formando la identidad sexual por lo que es muy importante tu hijo pase más tiempo con el progenitor de su mismo sexo.
Adolescentes. A partir de 13 años
Esta es una etapa muy complicada porque se une además del conflicto por la separación de sus padres los conflictos propios de la adolescencia.
En esta etapa los hijos están buscando su identidad personal, reafirmarse… además las hormonas están alteradas por lo que todo les afecta más y lo viven con mayor intensidad.
Es muy común que os culpabilicen de todo lo que les pasa y en esta etapa pueden decir palabras que te hagan mucho daño. Tú como padre vas a tener que aprender a controlar los nervios y a no ser excesivamente sensible a lo que te digan. Muchos padres en esa situación han acabado con ataques de ansiedad o depresión debido a la presión constante que ejercen sobre ellos y a quienes culpan de todo lo malo que les pasa. Si los adolescentes que viven en familias donde sus padres están juntos ya culpabilizan a sus padres de muchos de los problemas que tienen imagínate en tu caso que vives con uno que tiene una excusa recurrente a la que acudir cada vez que tienen que justificar algún comportamiento. Si tienes un hijo de esa edad ármate de paciencia y si ves que la situación puede contigo no lo dudes y acude a un profesional para hacer terapia con él o ella. Por último me gustaría añadir que sí la relación con tu pareja está rota y crees que ya no hay ninguna otra solución que no sea el divorcio no la pospongas a pesar de todos los inconvenientes y todos los problemas que puedan tener tus hijos derivados de esta decisión. Si es porque te da miedo quedarte solo/a pásate por el post ¿por qué nos cuesta cambiar?y por el de ¿Qué nos impide avanzar en la vida? donde hablo de los miedos y de todo aquello que nos hace paralizarnos y no ir hacia delante. Hay muchas parejas que continúan juntos durante años solo por sus hijos ya que piensan que así les ayudan pero ¡no es así! a la larga es peor que los hijos crezcan en un ambiente hostil dónde sus padres no se llevan bien y encima tú habrás perdido un montón de años de tu vida que ya no vas a recuperar y que podrías haber empleado en rehacerla y más ahora que el divorcio está a la orden del día. Todos tenemos derecho a ser felices.
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